martes, 22 de diciembre de 2015

STURM und DRANG – TORMENTA E IMPULSO (1770 – 1785)



A fines del siglo 18 Europa está  enmarcada en un  clima de revoluciones, convulsionada a nivel político, reclamando más libertades, políticas, filosóficas, artísticas.
La burguesía francesa es muy fuerte en cuanto a ideas. Rousseau, teórico de la revolución francesa, plantea varias cosas y algunas de sus ideas llegan a un grupo de jóvenes alemanes: el hombre debe volver a su estado primitivo, sin clases sociales, el buen salvaje. Volver al estado natural. La naturaleza como fuerza, como elemento, es válida, siempre y cuando no esté deformada por la mano del hombre.
Johan Herder, teólogo y crítico literario alemán publica en 1773 el libro “Sobre el estilo y el arte alemán” donde desarrolla el concepto de “Wolksgeist”, “Espíritu popular”, que resulta totalmente innovador para la época.
Desarrolla una defensa del teatro isabelino como integrador de las clases sociales, mientras que también defiende la literatura homérica, basado en la idea alemana de que en realidad las obras de Homero son recopilaciones de historias populares, por tanto Homero, a través de su literatura, es la voz del Pueblo.
El arte de la época era el Clasicismo, un arte racional, aristocrático, anti popular, que despreciaba todo lo folclórico.
El concepto de “Espíritu popular” revoluciona a la Alemania de la época. En torno a la figura de Herder, un grupo de jóvenes poetas alemanes crean, a impulso de su concepto, el movimiento “Sturm und Drang”, “Tormenta e impulso”.
Este movimiento tiene características particulares:
  • Es el primer antecedente del Romanticismo europeo del Siglo 19. El Romanticismo es la tercera revolución, Europa pasó por procesos de revolución política, económica y el Romanticismo fue la revolución cultural.
  • Hay en este movimiento una exaltación de todo lo que tiene que ver con lo popular, con el folclore. Se exalta además lo subjetivo de la propia subjetividad. Se considera a la inspiración como una fuerza indomable.
  • Se considera más importante lo metafísico, lo místico, lo intuitivo, que el conocimiento científico en sí. Hay un gusto por lo esotérico, lo mágico, lo oscuro. El Medioevo es por tanto una fuente creativa.
  •  El movimiento promulga una rebelión contra todo lo establecido. El joven poeta aparece como un “genio maldito”, como un peso, una carga.
  • La naturaleza es considerada una manifestación de la divinidad. Se afilian al concepto de Panteísmo, Dios está en todos los objetos de la creación. La divinidad se registra en cada uno de los objetos de la creación y comulga con cada uno de los elementos de la misma.

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