sábado, 26 de diciembre de 2015

LITERATURA BÍBLICA



Biblia, estructura formal y significado
Etimológicamente “Bibliae”, Los Libros.
Son 51 libros divididos en 2 secciones: Antiguo Testamento y Nuevo Testamento.
Testamento, etimológicamente quiere decir pacto o alianza.
Antiguo testamento: compuesto por 24 libros, se destacan: Libro de los Profetas, Génesis, Libro de los Salmos.
Nuevo testamento: compuesto por 27 libros, se destacan: Libro de los Evangelios, Libro del Apocalipsis.
 Todos los libros que componen la biblia son sagrados,  o sea “inspirados por Dios”, para la comunidad católica. Al método para determinar qué libro es falso apócrifo se lo denomina canon, que etimológicamente quiere decir “vara de medir”.
SALMO 137 – Se desarrolla en Babilonia
La Biblia fue escrita por diferentes autores entre el 2500 AC hasta el siglo I DC. Contiene diferentes temáticas y géneros: censos, historias, mitos, fábulas, poemas, canciones. Aunque está encapsulada en la relación del hombre con Dios, no es el único tema que trata.
El Antiguo Testamento solo relata la relación de un pueblo, el hebreo, con su divinidad, Yahveh o Jehová. Es el antiguo pacto de los hebreos con Dios.
El Nuevo Testamento relata la nueva alianza, la relación de Dios con toda la humanidad. Los judíos ven en el Nuevo Testamento aportes históricos, informativos, didácticos, pero no parte de la Biblia, en cambio para la comunidad católica, todos los textos son sagrados, o sea “inspirados por Dios”.
El canon hebreo es inacabado, o sea, cuando llegue el mesías, escribirán otros libros.
La Biblia también está escrita en diferentes lenguas.
Salmo, es un himno de alabanza a Dios, para ser tocado por un instrumento y ser cantado. Pertenece al género lírico. Está formado por versos (cada línea) y cada conjunto de versos conforman una estrofa.
El género lírico transmite de forma subjetiva hechos objetivos. En el caso del Salmo 137 el hecho objetivo es que aproximadamente en el 597 AC, los babilonios llegan a Jerusalén y arrasan con la ciudad, tomando prisiones a los hombres, y matando al resto.
Los sobrevivientes son llevados a Babilonia y quedan cautivos por 60 años.
El Salmo es anónimo, pero podemos inferir que el salmista vivió en carne propia el cautiverio y nos cuenta subjetivamente su visión de los hechos.
La voz lírica en la primer estrofa es COLECTIVA, y hace referencia al pueblo hebreo cautivo y fiel a sus costumbre, fe y tradiciones. Cuando refiere a los ríos se debe al hecho que el agua que corre es un símbolo de renovación religiosa, una forma de renovar el vínculo con la divinidad.
El tema de esta primer estrofa es la nostalgia, el dolor por la pérdida de la tierra prometida. Comienza con una ubicación espacial.
La actitud de la voz lírica es pasiva. No hay rebeldía. Hay una incapacidad de superponerse en un lugar que no sagrado: en tierra extraña no puedo cantar, la ley no lo permite, el dogmatismo hebreo, los preceptos, le impiden entonar en tierras extranjeras un canto a la divinidad.
Los judíos solo pueden cantar en tierra sagrada y en ciertos momentos.
Sión: accidente geográfico (monte, colina) en Jerusalén. Lugar sagrado, se encuentra allí, según la tradición hebrea, el arca de la alianza, que guarda las tablillas que Dios entregó con los mandamientos, y el maná, alimento que salvó a los judíos.
En Sión se encuentra el templo más importante y grande de Jerusalén.
Canaan – tierra prometida.
Sión es una metonimia de Jerusalén y del antiguo pacto. Una metonimia es un recurso donde una parte de algo tiene suficiente peso simbólico para representar un todo.
La voz lírica y el autor no tienen nada que ver. La voz lírica va a existir cada que leamos el texto.
Otro recurso que aparece en esta estrofa es el PARALELISMO SINÓMICO, recurso literario para reafirmar y profundizar una idea por repetición. Dos o más expresiones consecutivas con el mismo contenido, donde la segunda debe de profundizar a la primera.
“… y nuestro carceleros nos pedían canciones,
Nuestro captores nos pedía alegría…”
El paralelismo sinómico es uno de los recursos literarios más utilizados en la literatura bíblica ya que la misma tiene un fin didáctico y moral, por lo que la repetición y la reafirmación contribuyen en este sentido.
La voz lírica ve el pedido de los babilonios como una burla. Una tortura sicológica, una agresión. Pero también podemos interpretar que el petitorio corresponde con el apetito de los babilonios por conocer y apreciar a las culturas que capturaban.
Esta apreciación no surge del texto, sino que está apoyada en elementos históricos.
La estrofa termina con un verso que es una pregunta retórica, como me piden que cante si estoy impedido por la ley, por la Torah. Lo cual reafirma la idea de que la voz lírica ve el pedido como una ofensa, como una burla.
La segunda estrofa presenta como tema la fidelidad a Dios. La voz lírica es en singular. La fidelidad se aborda a través de un petitorio de castigo que acepta dos lecturas: el petitorio es autoreferencial (plano explícito) o el petitorio está dirigido a los hebreos que traicionaron a su tradición (plano implícito).
Jerusalén aparece como una metonimia de toda la tradición religiosa del pueblo hebreo.
La tercer estrofa tiene como tema la venganza. La voz lírica se expresa en singular, como en la primer estofa. Se expresa un concepto de justicia divina en dos planos, en la memoria, cuando refiere a los edomitas, y de castigo cuando refiere a los babilonios.
Los edomitas fueron hebreos que se pusieron del lado de los babilonios en su ataque a Jerusalén. La voz lírica pide como justicia la memoria, no olvidar la traición de los edomitas.
En cambio para los babilonios se pide castigo de muerte de sus niños. Castigo físico, dolor. Es un concepto de justicia divina, el “ojo por ojo…”, el Dios hebreo acepta este padecimiento.

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