Franz Kafka (1883 –1924), maestro
innovador de la narrativa del siglo XX, fue de
nacionalidad checa, lengua alemana, ascendencia judía y de profesión
Abogado. Este intelectual de su época, sufrió el impacto de todos los inusuales
acontecimientos históricos de su época, conocía los aportes de Marx, Freud y
Einstein, como los manifiestos y obras de los Movimientos de Vanguardia que ya
existían, si bien no integró ninguno. Se sabe que asistía a las conferencias de
los referentes antes citados y a reuniones socialistas y anarquistas.
Escribió en 1912, una de las
obras literarias más importantes de la historia de la Literatura universal, “La Metamorfosis”. Su género es narrativo, porque se caracteriza por la actitud de
contar, de forma difícil de clasificar, por lo que la integramos al concepto de “la nueva novela”, típica del
siglo XX.
Su protagonista es Gregorio
Samsa, un antihéroe por quien esta
obra se denomina “la tragedia de la
soledad”, ya que no tiene solución. Es una obra episódica, que presenta centros
de interés.
“La
Metamorfosis” nos introduce en el mundo del absurdo, es una narración poética en la que
abundan los símbolos, que siempre son
polisémicos (admiten muchas
interpretaciones) presentando una visión
relativa de las cosas, influencia de la teoría de Einstein, y los trabajos
sobre el inconsciente de Freud.
Su título es anticipatorio, simbólico
y vanguardista. Se refiere al
proceso de transformación que sufren
insectos y batracios, que nacen sin alas y órganos sexuales apenas esbozados,
anticipación de la transformación de
Gregorio Samsa, que hace mucho que
comenzó, y simboliza y consiste en un
proceso cruel de deshumanización.
El suceso principal del relato, la metamorfosis del protagonista, se
lee en la primer oración del primer párrafo de la obra, colocando al lector
frente a lo absurdo por el narrador
equisciente (sabe lo mismo que el personaje), a diferencia del narrador de
la narrativa del siglo XIX que era omnisciente (todo lo sabia).
El comienzo de la obra es abrupto e in media res, no adelanta
información y comienza en la mitad de los hechos, típico de la
narrativa del siglo XX, y señala o denuncia
la transformación del protagonista
en un “monstruoso insecto”. Hay una indeterminación temporal y espacial de
este extraño suceso y de la historia de Gregorio Samsa, por la que Kafka
comunica que en cualquier tiempo y lugar puede ocurrir. El único antecedente
que nos da el narrador de un hecho tan insólito y horrible es que Gregorio “se despertó” en “su cama”, “una
mañana”...y ” tras un sueño inquieto” .
Da sólo un dato temporal y espacial que no aclara ni explica nada,
característica de la narración del siglo XX.
“tras un sueño inquieto” crea una
atmósfera de pesadilla donde lo onírico y lo subconsciente se confunden con la
realidad, son la importancia de los sueños y del inconsciente de Freud. Despertó del mundo de los sueños, de lo
onírico, ubicándose el hecho entre el sueño y la vigilia, confundiendo al
lector que piensa si realmente habrá despertado o aún está inmerso en el mundo
de sus sueños. Esto recuerda al
Expresionismo, por su interés por el mundo de lo onrico y de la
imaginación, y al Surrealismo que
buscaba el mundo del inconsciente y el de los sueños, pero Kafka no formó parte
de ellos.
Después por el narrador equisciente
sabemos que está despierto y que lo absurdo sí le sucedió, ya no es un ser
humano. Mientras “dormía”, significado simbólico, se convirtió en un “insecto”,
como llamaba Herman Kafka, el padre del escritor, a las personas que
desvalorizaba.
El personaje Gregorio Samsa, protagonista que es
un antihéroe con rasgos de personaje mecánico, típicos de la narrativa del siglo XX, que busca su propia
identidad y es símbolo de la sociedad problematizada y deshumanizada de su
tiempo.
Kafka convierte a su protagonista
en “ un monstruoso insecto”, este epíteto (adjetivo antepuesto al sustantivo),
ejemplo de esta prosa poética ( típica de
la pérdida de límites en los géneros en la narrativa del siglo XX), puede señalar que su carácter de monstruo
radica en que fue humano, y/o su tamaño
y aspecto que luego el narrador describirá al detalle y/o en que sigue pensando
racionalmente.
Con dos palabras presenta el
concepto de “lo kafkiano ”es decir lo absurdo inmerso en el mundo real y el
orden aparente. El término “absurdo”
proviene del latín y significa incoherente e ilógico.
El autor presenta el absurdo con
una descripción minuciosa de datos realistas, todo junto, de manera
que la mente del lector va aceptando el hecho al igual que el personaje y el
narrador.
Kafka se dirige al lector que
exige la narrativa de su siglo, que esté dispuesto no a leer algo para pasar el
tiempo entretenido, sino dispuesto a invertir su inteligencia en reflexionar
para ir orientándose en el mundo con el que el autor lo desafía.
Gregorio descubre su nuevo
cuerpo. El narrador realiza una descripción detallada del personaje
metamorfoseado, que es tan absurda como real ” duro caparazón… vientre arqueado y oscuro”, imágenes visuales y cromáticas (
de color). Tiene muchas patas “lamentablemente escuálidas con relación al
grosor de su cuerpo), anticipa el
narrador, que no lo podrán sostener ni dirigir a ningún lado, solo lo llevarán
a la autodestrucción. Sabemos que estamos leyendo una literatura con símbolos
que debemos interpretar, y que hasta ahora son inabarcables porque muchas
disciplinas del conocimiento humano la han interpretado sin poder concluirla, de
manera que esta obra nos sigue interrogando.
“¿Qué me ha
sucedido? - pensó”. El “monstruoso insecto, mantiene la posibilidad de pensar,
su metamorfosis es parcial y continuará durante la obra. Mediante la técnica del monólogo interior, verdadera conquista del siglo XX, Kafka nos acerca al pensamiento más cercano
al subconsciente del personaje, y expresa no lo que habla, sino lo que piensa. El escritor se quiere acercar a la mente del
personaje, vemos la influencia de Freud y de los Ismos que dieron importancia al mundo interior.
El narrador secamente destruye la
hipótesis pensada por Gregorio, y fundamentalmente por el lector, “no era un sueño”. Lo ilógico,
incoherente y absurdo quedó instaurado. La actitud del autor es arbitraria,
impone su absurdo al lector que lo tiene que aceptar, porque forma parte de la
visión de la realidad desoladora, caótica y absurda que tienen los escritores
del siglo XX, el mundo o la realidad presenta fisuras, aquí Kafka trabaja una,
un ser humano puede convertirse en insecto.
Luego, el narrador equisciente
integra este absurdo con la descripción del entorno del personaje, el
que no valdrá como espacio propiamente dicho, sino que importará la
vivencia que éste tiene de él, según el espacio en la narrativa del siglo XX.
“Su habitación, una habitación
humana de verdad”, ironía de Kafka, las
habitaciones albergan enigmas, misterios y cualquier cosa puede suceder ; luego
dice que es estrecha, tiene poco espacio, le
resulta agobiante. Gregorio conoce “sus cuatro paredes bien conocidas
paredes”, señala que está demasiado
tiempo en su habitación, denuncia su soledad, demuestra que está solo y
encerrado, aislado en su habitación de la casa familiar, cuando está en ella,
porque viaja mucho.
Kafka escribe su prosa como un
poeta, y mediante símbolos polivalentes(admiten varias interpretaciones),
denuncia que en la vida del “ humano metamorfoseado” sólo hay espacio para la
soledad y la angustia que lo oprime, ahora despojado de su físico. Sólo se mantiene conectado a la realidad
laboral, simbolizado a través de un “muestrario de paños” colocado sobre la
mesa de su habitación, lo que habla de la importancia que da a su trabajo. Luego el narrador enfoca una imagen que Gregorio recortó “ hacía poco tiempo” de una revista y
enmarcó “en un lindo marco dorado”, imagen visual y cromática. La imagen es de
una mujer casi totalmente cubierta por piel animal, que hace un gesto
provocador u hostil. Esta simboliza el
proceso de animalización y de identificación que sintió el protagonista
cuando la seleccionó para colocarla en un lugar de privilegio en su habitación,
hay una mujer parecida a él, quizá símbolo
de un amor deshumanizado, con alguien como él.
Proyectó su propia metamorfosis
en la imagen de la foto de una mujer desconocida, de la cual solamente se
percibe el rostro, el ademán y todo el
resto, está cubierto de piel animal. Otra vez, y simbólicamente, el narrador
señala la soledad afectiva de Gregorio Samsa que evidentemente posterga la
realidad de una pareja.
Ante su desconcertada realidad,
Gregorio dirige la mirada hacia fuera, y
se evade cuando debería mirar hacia él y su nueva realidad, aparece el antihéroe que irá desde lo
cotidiano a lo fantástico.
“Gregorio dirige la vista hacia la ventana……”
dirige su atención hacia la ventana que da al exterior, demostrando que no
puede hacerse cargo de su realidad, y esto no parece ser un comportamiento
nuevo, quizá sea una de las causas de su metamorfosis. Aparece el tema de la
negación y la evasión de su condición deshumanizada. Es sensible a la imagen visual y cromática de la situación
climática, está nublado como su interior, y siente melancolía, está desesperado de afecto, sería un paralelismo sicocósmico romántico, que identifica el estado de ánimo con el de
la naturaleza, pero es esto lo que es lógico que sintiera? No, por eso Kafka
señala el comportamiento de su personaje para que lo estudiemos.
Cierra los ojos para no ver el “centellear de sus patas
desesperadas”. Hay una personificación
de las patas al decir que se desesperan, en cambio no se desespera Gregorio por
lo que le pasa, al contrario, el texto dice “Bueno –pensó”, denunciando que
acepta hasta lo inaceptable, es el héroe mecánico de la narrativa del siglo XX,
acostumbrado a aceptar lo inhumano en sí mismo,
hasta convertirse en insecto.
El tema del zoomorfismo en Fafka, personajes que ni siquiera son humanos en la
narrativa del siglo XX, simbolizan
conciencias que sufren, como Gregorio.
En este segundo monólogo
interior, Gregorio vuelve a pensar que si siguiese durmiendo podría olvidarse
de sus fantasías, parece querer decir que la realidad está en sus sueños y que
despierto ve algo engañoso. Kafka cuestiona el concepto de realidad.
Hay una hipérbole (exageración)
cuando señala que “cien veces…”. Intenta
volver a como vivía en su pasado, ni siquiera se da cuenta que no tiene vuelta
atrás, hasta que le llama la atención un
dolor que jamás sintió antes y lo obliga
a instalarse en el presente.
Antes no sintió el dolor que le
producía paulatinamente renunciar a su condición humana, optar por un modo de
vida, un trabajo, tener vínculos significativos, una relación amorosa, ser
libre para vivir su vida. Hasta que encontró
una manera de defenderse y no puede ir a trabajar, se quebró su modo de
vivir. Es mi opinión.
El tema de Dios y la religión aparece presentado por un sustantivo vacío de contenido y significación, es sólo una forma de exclamar “ Ay, Dios! y lo va a repetir, para que nos quede claro. Gregorio tiene una visión trágica y desesperanzada de la vida, y su mundo es sin Dios y sin amor.
El tema de Dios y la religión aparece presentado por un sustantivo vacío de contenido y significación, es sólo una forma de exclamar “ Ay, Dios! y lo va a repetir, para que nos quede claro. Gregorio tiene una visión trágica y desesperanzada de la vida, y su mundo es sin Dios y sin amor.
Kafka critica y denuncia a las
instituciones sociales que anulan a quienes no saben defenderse de la familia, el trabajo, la religión, el tipo
de sociedad, las maneras superfluas de vincularse, el desconocimiento de sí
mismo, la desvalorización.
Su mente abandona, no atiende su
terrible situación presente, y se
evade al mundo laboral, piensa en su
trabajo obsesivamente, está alienado. Alienación proviene de “alien” que es
volverse alguien que uno no es, un extraño. Surge con el Existencialismo que
denuncia qué sucede cuando una persona acepta un poder que lo daña y anula, lo
deshumaniza, impersonaliza y masifica. Todos se hacen iguales ante esta
realidad, y el mundo se habita de seres angustiados y problematizados. Al
aceptar negarse a sí mismo, la persona no puede ir contra ese poder que es su
dueño y va contra sí mismo de maneras peligrosas, enfocando sus impuso hostil
de defensa contra sí mismo, llegando a destruirse. Lo vemos en Gregorio.
En esta obra Kafka critica la
mecanización de la sociedad y sus vínculos impersonales, deshumanizados.
“ ¡Qué agotadora profesión he
elegido!”- pensó. Presenta su trabajo como si fuera una opción, pero no lo es
porque Gregorio elige no elegir como forma de vida. Su trabajo lo daña y lo
anula como persona, es imposible que crezca mientras siga viviendo así,
subordinado a su familia, a su jefe, a la espera de la vida, entonces sus caminos se cierran, deja de ser
humano, y se convierte en un insecto.
Enumera lo que lo agota de
su trabajo frustrante. Le pesa vivir
siempre de viaje, estar pendiente de los enlaces de los trenes, come mal e
irregularmente, sus vínculos no son duraderos y siempre son superficiales.
Recordemos el nivel simbólico. Sólo como ejemplo en el comer, qué puede nutrir a
Gregorio sintiendo así esta vida? Más
adelante piensa renunciar a su trabajo, pero una vez más vemos su postergación
personal, porque no sólo tiene una
familia de tres personas que mantener, sino que además se ha hecho cargo de una
deuda del padre que lo atará a esa forma de vida unos cinco o seis años más.
“Volvió los ojos hacia el
despertador”, el despertador es la pesadilla de su vida, una cosa que ordena el
tiempo de su vida. Los tiempos del protagonista son trabajados a la manera de
la narrativa de siglo XX, subjetivos y
atemporales como su conciencia humana.
El narrador lo objetiva, lo materializa cada 15 minutos, informando que el tiempo no se detiene, siempre pasa y a
nadie espera, aunque no lo hagamos
consciente.
El pensamiento de Gregorio se presenta en tiempos yuxtapuestos, como
piensa un ser humano común, con saltos
hacia el futuro (preposteración o
flash forward) y al pasado (o flash back). Su sicología es obsesiva
y sigue pensando “Y que podría hacer él ahora”, asumir su realidad, entender lo
inevitable, pero no puede hacerlo porque no sabe hacerlo, entonces sigue
postergando su realidad y su realización personal con actitudes que lo llevan a
estas situaciones.
Sueña con “ ¡ al diablo con todo
esto!”, pero expresándose en Modo condicional porque todo lo que realmente
quiere, queda en el anhelo, en el mundo de lo que querría pero que no tiene la
voluntad y disposición de hacer realidad para él, basta con observar la
reiteración de partículas negativas “no, ni, nadie, nunca, jamás, apenas” y los
verbos que quedan en el Condicional “ podría, diría, renunciaría....”
Gracias por estos análisis! me vienen bárbaro para estudiar
ResponderEliminarMe alegro mucho!
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