sábado, 26 de diciembre de 2015

TEATRO ISABELINO – SIGLOS XVI (FINES) Y XVII



El teatro Isabelino es una expresión del arte renacentista europeo. El Renacimiento es una época del renacer de la cultura greco-romana.
El teatro Isabelino fue germen del teatro clásico. La principal característica era la conjunción de todos los extractos sociales. Las clases humildes asistían atraídas por el anecdotario, las clases intelectuales por el refinamiento, los políticos por los temas y críticas políticas, la nobleza por la exposición e interés social, y por la crítica hacia su clase.
Era un teatro a cielo abierto, se asistía todo el día, las mujeres no podían actuar. El edificio tenía tres pisos, las áreas superiores eran para las clases sociales altas, mientras lo que hoy sería la platea, era para los extractos sociales más bajos.
La escenografía era casi nula, quedaba en mano de la oralidad de los actores.
Mecenas – inversionistas en el teatro Isabelino.
Las obras de William Shakespeare pertenecen al género dramático. Están escritas en versos, con rima, aunque en los pasajes cómicos a satíricos utiliza la prosa, mientras que en los discursos más solemnes aplica el verso.
Utiliza el verso blanco principalmente, compuesto por 5 grupos de 2 sílabas (decasílabas).
La unidad mínima de una obra teatral es la escena, donde uno o más personajes interactúan. Es una unidad de acción delimitada por la interrupción de un nuevo personaje.
Los actos son grupos de escenas. Originalmente la obra Macbeth se pensó para 3 actos (planteamiento del problema, desarrollo, solución). Hoy la vemos estructurada en 5 actos.
En el teatro Isabelino, no se respeta la unidad de espacio, la de tiempo también, pero no es tan obvia y entendible para el espectador.
El concepto de tragedia en el teatro de Shakespeare es algo negativo, malo. El héroe trágico lucha por modificar, no un destino preestablecido, sino el orden establecido. Será la justicia y no el destino lo que lo aniquilará. La justicia será la encargada de restablecer el orden.
Idea Vilariño en su prólogo a Hamblet, dice que, existe el destino en tanto el héroe trágico lo vaya cumpliendo.
Se puede apreciar en el teatro de Shakespeare las nuevas ideas, el antropocentrismo, la idea de la existencia del hombre en tanto pueda establecer sus reglas de existencia. Ideas surgidas del humanismo de Erasmo de Rotterdam.
La justicia cuando cae con todo su peso, en el mundo shakespeano, siempre es la muerte, la aniquilación.
Los microcosmos siempre son el reflejo del macrocosmo. El mundo de los personajes es el reflejo del mundo universal, y por tanto, si el orden del microcosmo es alterado esto se verá reflejado en el macrocosmo.
Bradley (1904) fue un crítico de la obra de Shakespeare, que identificó algunas características de su obra.
-          Toda tragedia de Shakespeare gira en uno o dos protagonistas.
-          El personaje de la tragedia va a mostrar el aspecto de mayor sufrimiento. Sufrimiento producto de acción o inacción, hizo o omitió algo.
-          La idea de ‘waste’, la pérdida o el derroche. El personaje se va desgastando detrás de impulsos malignos, de malas acciones.
-          Todo el mundo de Shakespeare está sostenido en el orden moral, en el orden establecido.
-          La razón es el bien, mientras que la pasión es el mal. El personaje trágico es aquél dominado por sus pasiones.


Macbeth

El conflicto es esta obra es acelerar el cumplimiento de la profecía de las brujas de llegar al trono. Y como segunda línea de conflicto impedir la profecía de las brujas a Banquo.
Personajes principales: Macbeth, Lady Macbeth, Banquo y Duncan.
La construcción de Macbeth como personaje malvado es paulatina. Se va constituyendo como personaje trágico a lo largo de la obra.
El motor trágico es Lady Macbeth, quien le da el coraje, el empuje para que lleve adelante las acciones que le permitan cumplir la profecía. Lady Macbeth contribuye en la maldad de su esposa.
Hasta la escena 4 del acto III, Macbeth y Lady Macbeth actúan como un binomio, como personajes complementarios. En este acto se da el quiebre entre los mismos.
Macbeth es colérico, irritable, poco reflexivo. Nunca siente arrepentimiento, pero presenta rasgos de demencia o delirio.
Uno puede interpretar la profecía de las brujas como simplemente una profecía, o como los deseos de Macbeth, de sus propias aspiraciones, por lo que no está claro si pelea contra su destino o por su destino.
Lady Macbeth es un personaje funesto, concentra la maldad, el remordimiento, el odio. Está dominada por la ambición que es el motor de sus acciones.
Es un personaje de condiciones férreas, difícil de doblar, no es influenciable (como si lo es Macbeth), es ella la fuente de influencia negativa sobre su esposo.
Su moral es tal que nada impide que lo que desea lo obtenga. Sin importar lo que tenga que hacer para obtenerla. Otra característica es su inhumanidad.
La complejidad del mundo de Shakespeare está en la convivencia de lo bueno y lo malo. La contradicción entre lo bello y lo feo (antítesis), producto de una época, el Barroco.
“…lo feo es bello y lo bello es feo…”
Banquo encarna el orden, Macbeth, la codicia.
No es una inversión de Shakespeare el uso de antítesis, sino parte del espíritu de la época del Siglo 17.

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