Biblia, estructura formal y significado
Etimológicamente “Bibliae”, Los Libros.
Son 51 libros divididos en 2 secciones: Antiguo
Testamento y Nuevo Testamento.
Testamento, etimológicamente quiere decir pacto o
alianza.
Antiguo testamento: compuesto por 24 libros, se
destacan: Libro de los Profetas, Génesis, Libro de los Salmos.
Nuevo testamento: compuesto por 27 libros, se
destacan: Libro de los Evangelios, Libro del Apocalipsis.
Todos los
libros que componen la biblia son sagrados,
o sea “inspirados por Dios”, para la comunidad católica. Al método para
determinar qué libro es falso apócrifo se lo denomina canon, que
etimológicamente quiere decir “vara de medir”.
SALMO 137 – Se desarrolla en Babilonia
La Biblia fue escrita por diferentes autores entre el
2500 AC hasta el siglo I DC. Contiene diferentes temáticas y géneros: censos,
historias, mitos, fábulas, poemas, canciones. Aunque está encapsulada en la
relación del hombre con Dios, no es el único tema que trata.
El Antiguo Testamento solo relata la relación de un
pueblo, el hebreo, con su divinidad, Yahveh o Jehová. Es el antiguo pacto de
los hebreos con Dios.
El Nuevo Testamento relata la nueva alianza, la
relación de Dios con toda la humanidad. Los judíos ven en el Nuevo Testamento
aportes históricos, informativos, didácticos, pero no parte de la Biblia, en
cambio para la comunidad católica, todos los textos son sagrados, o sea
“inspirados por Dios”.
El canon hebreo es inacabado, o sea, cuando llegue el
mesías, escribirán otros libros.
La Biblia también está escrita en diferentes lenguas.
Salmo, es un himno de alabanza a Dios, para ser tocado
por un instrumento y ser cantado. Pertenece al género lírico. Está formado por
versos (cada línea) y cada conjunto de versos conforman una estrofa.
El género lírico transmite de forma subjetiva hechos
objetivos. En el caso del Salmo 137 el hecho objetivo es que aproximadamente en
el 597 AC, los babilonios llegan a Jerusalén y arrasan con la ciudad, tomando
prisiones a los hombres, y matando al resto.
Los sobrevivientes son llevados a Babilonia y quedan
cautivos por 60 años.
El Salmo es anónimo, pero podemos inferir que el
salmista vivió en carne propia el cautiverio y nos cuenta subjetivamente su
visión de los hechos.
La voz lírica en la primer estrofa es COLECTIVA, y
hace referencia al pueblo hebreo cautivo y fiel a sus costumbre, fe y
tradiciones. Cuando refiere a los ríos se debe al hecho que el agua que corre
es un símbolo de renovación religiosa, una forma de renovar el vínculo con la divinidad.
El tema de esta primer estrofa es la nostalgia, el
dolor por la pérdida de la tierra prometida. Comienza con una ubicación
espacial.
La actitud de la voz lírica es pasiva. No hay
rebeldía. Hay una incapacidad de superponerse en un lugar que no sagrado: en
tierra extraña no puedo cantar, la ley no lo permite, el dogmatismo hebreo, los
preceptos, le impiden entonar en tierras extranjeras un canto a la divinidad.
Los judíos solo pueden cantar en tierra sagrada y en
ciertos momentos.
Sión: accidente geográfico (monte, colina) en
Jerusalén. Lugar sagrado, se encuentra allí, según la tradición hebrea, el arca
de la alianza, que guarda las tablillas que Dios entregó con los mandamientos,
y el maná, alimento que salvó a los judíos.
En Sión se encuentra el templo más importante y grande
de Jerusalén.
Canaan – tierra prometida.
Sión es una metonimia de Jerusalén y del antiguo
pacto. Una metonimia es un recurso donde una parte de algo tiene suficiente
peso simbólico para representar un todo.
La voz lírica y el autor no tienen nada que ver. La
voz lírica va a existir cada que leamos el texto.
Otro recurso que aparece en esta estrofa es el
PARALELISMO SINÓMICO, recurso literario para reafirmar y profundizar una idea
por repetición. Dos o más expresiones consecutivas con el mismo contenido,
donde la segunda debe de profundizar a la primera.
“… y nuestro carceleros
nos pedían canciones,
Nuestro captores
nos pedía alegría…”
El paralelismo sinómico es uno de los recursos
literarios más utilizados en la literatura bíblica ya que la misma tiene un fin
didáctico y moral, por lo que la repetición y la reafirmación contribuyen en
este sentido.
La voz lírica ve el pedido de los babilonios como una
burla. Una tortura sicológica, una agresión. Pero también podemos interpretar
que el petitorio corresponde con el apetito de los babilonios por conocer y
apreciar a las culturas que capturaban.
Esta apreciación no surge del texto, sino que está
apoyada en elementos históricos.
La estrofa termina con un verso que es una pregunta retórica,
como me piden que cante si estoy impedido por la ley, por la Torah. Lo cual
reafirma la idea de que la voz lírica ve el pedido como una ofensa, como una
burla.
La segunda estrofa presenta como tema la fidelidad a
Dios. La voz lírica es en singular. La fidelidad se aborda a través de un
petitorio de castigo que acepta dos lecturas: el petitorio es autoreferencial
(plano explícito) o el petitorio está dirigido a los hebreos que traicionaron a
su tradición (plano implícito).
Jerusalén aparece como una metonimia de toda la
tradición religiosa del pueblo hebreo.
La tercer estrofa tiene como tema la venganza. La voz
lírica se expresa en singular, como en la primer estofa. Se expresa un concepto
de justicia divina en dos planos, en la memoria, cuando refiere a los edomitas,
y de castigo cuando refiere a los babilonios.
Los edomitas fueron hebreos que se pusieron del lado
de los babilonios en su ataque a Jerusalén. La voz lírica pide como justicia la
memoria, no olvidar la traición de los edomitas.
En cambio para los babilonios se pide castigo de
muerte de sus niños. Castigo físico, dolor. Es un concepto de justicia divina, el
“ojo por ojo…”, el Dios hebreo acepta este padecimiento.
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